Vengo ante ti, mi Señor,
reconociendo
mí culpa,
con la fe puesta en tu amor,
que tú me das como a un hijo.
Te abro mi
corazón, y te ofrezco mi miseria,
despojado de mis cosas, quiero llenarme de
ti.
QUE TU ESPÍRITU, SEÑOR, ABRACE TODO MI
SER. HAZME DÓCIL A TU VOZ. TRANSFORMA MI VIDA ENTERA. HAZME DÓCIL A TU VOZ,
TRANSFORMA MI VIDA ENTERA.
Puesto en tus manos, Señor, siento que
soy pobre y débil, más tú me quieres así, yo te bendigo y te alabo.
Padre, en mi debilidad, tú me das la
fortaleza, amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario